Un análisis sociológico de la película embarazados

¡No podíamos faltar a esta cita! El pasado 29 de enero se estrenó la película embarazados. Una película que trata sobre los estereotipos de vida al que la sociedad aspira en este momento, en este caso, trata sobre la maternidad y paternidad tardía.

Fran (Paco León) y Alina (Alexandra Jiménez) son una típica pareja de treinta y tantos que no están casados, tienen profesiones creativas y un estilo de vida «soñado» por todos los que están en esta etapa de vida: viven en un pisito mono, tienen un trabajo creativo que les complace, disfrutan juntos saliendo y tienen un fuerte grupo de amigos con los que compartir sus momentos de libertad e independencia. La película presenta además de la duda que levita sobre las parejas treintañeras (la maternidad y paternidad), sin embargo también presenta el camino de la etapa «juventud» a la etapa «adulta» y lo que ello significa y conlleva emocionalmente y socialmente.

Me gustaría compartir con todos vosotros mi pequeño análisis, desde el punto de vista sociológico, de la película embarazados en la que se muestran los estereotipos de género y grupos de edad en la sociedad que vivimos ¡aunque en el trailer de la película ya lo podéis comprobar!

  • Muestra cómo en nuestra generación nos enfrentamos a una problemática de la que desconocemos sus consecuencias: la lucha por la juventud eterna (inexistente) que se resiste a madurar. La película muestra unas consecuencias duras (el ancianismo reproductivo, la dificultad de reproducirse) y, en mi opinión, se presenta el concepto juventud que se configura como posición social. La sociedad desarrollada, triunfadora de la enfermedad, alarga la vida y también desdibuja los límites del paso de una etapa a otra. Pero, lejos de reivindicar socialmente la condición de mayores, se proyecta la imagen de «jueventud eterna». En la película embarazados se muestra claramente cómo nos aferramos a ser jóvenes y nos resistimos a pasar a nuestra etapa «adulta».
  • Además, muestra las imágenes sociales que se construyen desde la perspectiva de grupos de edades, constructos. Nuestra sociedad reconoce tres grupos: jóvenes, adultos y ancianos.

Si buscamos qué definición social tienen estos grupos, nos encontramos que el grupo de adultos es el único que no tiene atributos, esto es, se define por lo que no es. No son jóvenes ni son ancianos.

  • En la película se muestra claramente y mediante el género. Las mujeres jóvenes tienen los atributos que se le atribuyen socialmente: dinámicos, divertidos, guapos, inconscientes, etc. Por lo que, aparece cómo las veinteañeras son unas cachondas aventureras, mientras que las mujeres de 30 años solamente están pensando en dar a luz y en bebés, mientras que las que ya tienen cuarenta se encuentran un tanto desvalidas hartas de ser supermujeres y ahogadas por sus cargas y responsabilidades familiares. Ellos, en cambio, rechazan el concepto adulto, que lo ven como algo desfasado o irrelevante y solo tienen en mente la jarana y esquivar todas las responsabilidades posibles.
  • Muestra también cómo la sociedad globalizada y líquida en la que vivimos llena de cambios hace que tengamos miedo a enfrentarnos o tomar la decisión de «estancarnos» mientras nos seguimos sintiendo jóvenes. Una globalización que nos dice «muévete» y en el que ya no existe el concepto de «quedarse anclado» y «para toda la vida».

¡Seguro que vosotros también habéis sacado vuestras propias conclusiones! ¿Te animas a compartirlas?

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